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museo cruz de caravaca

Historia de la Cruz de Caravaca

BREVE HISTORIA, por Pedro Ballester

«En Caravaca en el año 1232 estaba en prisión D. Ginés Pérez Chirinos, preso por predicar a Cristo y su Santa Ley entre los musulmanes que en aquella época poseían la ciudad. Un día el Rey moro Ceyt-Abuceyt quiso saber el oficio de cada uno de sus prisioneros. Comparece Chirinos y declara su oficio de sacerdote. Mi deseo, replica el rey, es que desempeñes tu oficio, a mi vista y de mis vasallos. Señor,-dijo- faltan las vestiduras sagradas. Por el camino de Cuenca va un mensajero real, a por los ornamentos que pedía Chirinos, y una vez traídos, D. Ginés se reviste con las vestiduras sagradas y comienza la misa. En el nombre del padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Entremos en el altar del Señor pronuncia conmovido Chirinos. Quiere rezar el Gloria y sus labios se humedecen, su rostro se altera, su espíritu se inquieta. Díjole el Rey ¿qué le pasa Chirinos? Mi señor, falta la Santa Cruz, sin ella no puedo continuar mi oficio. Levanta el Rey sus ojos y en ese momento ve a dos ángeles (que significa enviados) que bajan un objeto entre sus manos, y dijo el rey ¿es la Santa Cruz, eso que bajan los ángeles? Chirinos contesta sí, mi señor, cae de rodillas, la toma en sus manos y continua la misa hasta su fin. La Cruz Patriarcal que los ángeles llevaron a Caravaca (Murcia), triunfó en el corazón del Rey moro, al ver el milagro el Rey moro pide a Chirinos el bautismo y D. Ginés derrama el agua del bautismo sobre la cabeza real. Los vasallos llaman a su Rey desde entonces D. Vicente, más tarde tanto su esposa como sus dos hijos que tenían se convirtieron al cristianismo, he aquí el verdadero milagro.»

 

                                                  

Este milagro aconteció en el reinado de D. Jaime de Aragón, el mismo día de la Conmemoración de la Santa Cruz, 1ª parte párrafo 6º de la Historia que escribió sobre la Cruz de Caravaca, Ángel Blanc y Perera (hijo de la misma población de Caravaca, en el año 1945).

Es tradición acreditada con muchos milagros que esta Santísima y Vera Cruz de Caravaca, patriarcal de doble brazo, que por medio de los ángeles fue traída a Caravaca el día de la celebración de la Santísima Cruz en el año 1232, y en toda ella (como relicario) hay una parte real y verdadera del Santo madero dónde Jesucristo murió para Salvarnos, y de ahí la Santidad de la Cruz de Caravaca, al que nosotros amamos y adoramos. En la actualidad contiene tres astillas de la cruz de cristo. Convirtiéndose así en un «lignum Crucis».

Según la tradición de la Iglesia, la Cruz de Caravaca es un “lignum crucis” o fragmento de la Vera Cruz, un trozo de madera y reliquia de primer orden perteneciente al madero en el que fue crucificado Jesucristo y encontrado por Santa Elena. La reliquia había sido descubierta en el siglo IV por Santa Elena, madre del emperador Constantino, y de esta se hicieron tres partes, “siendo entregada la primera al patriarca de Jerusalén y traídas las dos restantes a Constantinopla y Roma”.

Tradición de la aparición

La devoción a esta reliquia se remonta al siglo XIII y vincula los trozos de madera sagradas a dos órdenes religiosas de la tradición del Temple (Caballeros Templarios) y de Santiago, sucesivos titulares del castillo donde se ubica el templo. La autenticidad de los restos de madera gozan de comprobación suficiente como para que la Iglesia les concediese en el siglo XVIII el culto de latría (adoración a Dios).

Según el capellán, la devoción a la Cruz de Caravaca no está “fundamentada solamente por la tradición particular de un pueblo, ni con origen ni trayectoria dudosa, desconectada, marginal y costumbrista, sino integrada histórica, litúrgica y devocionalmente en la comunidad cristiana y eclesial”

Gracias a este Lignum Crucis, San Juan Pablo II concedió, a petición del obispo de Cartagena, un año jubilar a la ciudad el 2 de enero de 1981. Y en 1998, a petición del obispo de Cartagena y de la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca, San Juan Pablo II concedió perpetuamente un año jubilar cada siete años al santuario, comenzando el primero en 2003, y otorgando indulgencia plenaria, bajo las condiciones habituales, durante los días 3 de mayo y 14 de septiembre, o peregrinando en grupo.

Caravaca pasó a convertirse en una de las cinco ciudades del mundo con este privilegio, las consideradas «ciudades santas» según la cristiandad. Las otras son JerusalénRomaSantiago de Compostela, y Santo Toribio de Liébana.

                                              

CURIOSIDADES

Como información en cuanto a las piezas, joyas, productos, imágenes que imitan a la Santísima Cruz de Caravaca, algunas llevan los angelitos y otras pueden no llevarlos. Esto no quiere decir que una no sea la Cruz de Caravaca. Esto es iconografía, en la cual cuando llevan los angelitos normalmente también llevan el Cristo, explicando así que la cruz donde cristo murió fue traída por unos ángeles (enviados). Y en la parte trasera, queda reflejado Don Ginés Pérez Chirinos (Sacerdote) a quién se le apareció la Cruz, no siendo la Virgen María como muchos creen la que aparece en la parte trasera de la cruz. Explicando de esta forma, mediante esta cruz con ángeles, la bella Historia de la aparición.

Es así, que en el santuario de la ciudad de Caravaca, la  Santísima y Vera Cruz que hay «no lleva» ángeles, ya que los ángeles, como decimos en esta tierra, la dejaron y se fueron a hacer otra misión. Es tradición en la ciudad de Caravaca de la Cruz, cuando se visita, regalar a un amigo o pariente un colgante de la Cruz en  Oro o Plata, normalmente bendecida para así le bendiga y le proteja.  

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